Brisa Ardiente

A menudo, llegado el momento limito los buenos hábitos de la vida por motivos que no merecen la pena contar aquí y sin embargo son necesarios de emprender de cara al futuro.

No obstante, esta vez resulta distinto. 

No he alcanzado mi deseado equilibrio, pero esta sensación está logrando que me supere a mi mismo. Está riñendo mi dejadez y obligandome a que encabece la marcha y disfrute del viento mientras ella se ocupa de conducir cuando la carretera tiembla bajo nosotros a ojos del resto.

No logro identificar quien ha provocado semejante golpe de viento que sin previo aviso está sometiendo hasta la última de mis consolidadas debilidades. No sé quién o qué ha logrado lo que tantas veces he intentado enfrentar.

Las cosas marchan bien, y una llama inexplicablemente abrasadora recorre cada parte de mi ser como si llevase deseando hacerlo desde siempre.

Como no logro creerme que vayas a permanecer mucho tiempo conmigo, he decidido que no voy a frenarte cada vez que decidas conducir mi vida.

Como tampoco sé quién eres, y buscarte bajo un único rostro sería insultar tu grandiosidad, he decidido que no voy a preguntarte cómo has venido a parar a mi.

Como sí sé dónde encontrarte, y con eso me basta y me sobra, he decidido mirarte a los ojos cada vez que quieras abrirlos para mi.

Soy todo lo que quiero ser, desde que caminamos mirandonos el uno al otro.
¿Qué te parece si seguimos pilotando este trasto juntos?

Asuka Langley, personaje de la grandísima Evangelion. Esta vez personificas mi Brisa Ardiente