Cap. 5 - El supermercado

Llevaban dos horas fuera. La noche había refrescado más de lo que la pareja tenía previsto. Hasta el momento no había rastro de zombis por la calles.

• No pierdas de vista las esquinas, no hagas ruido y sobretodo no te separes de mi – fueron las instrucciones de Gabriel

Al principio Ruth las había llevado hasta el extremo. Conforme iban pasando los minutos, el nerviosismo se había ido tornando monotonía. Ahora casi podría decirse que estaba relajada. Habían entrado en el super desierto del que Gabriel solía “tomar prestado” las cosas que más tarde utilizaban en su día a día. Había algún que otro cadaver, afortunadamente ninguno se movía.

• Seguramente la cajera tiene otras preocupaciones ahora – bromeó él mientras paseaban observados por cámaras de vigilancia - ¿Necesitas algo para... eso? -
• ¿Eso? -
• Ya sabes, tampax y esas cosas, no tengo ni idea de como va el tema pero... -
• Idiota – sonrió ella – mejor preocupate por encontrarnos comida, yo ya miraré eso -

El joven se encogió de hombros y continuó registrando productos. La mayoría estaban caducados, sin embargo algunas cosas no tenían porqué pasarse de fecha.

• No me lo creo... - Gabriel abrió los ojos de par en par – No puede ser -
• ¿Qué... qué pasa? -
• Esto es increíble – el joven rompió a reír – tienen una xbox aquí detrás, ¿cómo se me ha podido pasar semejante joya todo este tiempo -
• ¡Serás imbécil!, ¿qué falta nos hace ese trasto?, ni que nos sobrase la electricidad -
• Mujer no te lo tomes así – sonrió él – qué mejor que una consola para los ratos "muertos" -

El humor de su compañero sobrepasaba a la chiquilla, que comenzó a examinar el pasillo paralelo. A veces pensaba que si hubiera conocido a Gabriel antes de la catástrofe, no se llevaría bien con él. Ni con él ni con nadie, apuntó pesimista. El rostro de su novio pasó por un instante sonriente ante su mente. Sacudió la cabeza. Su última conversación con Sam retumbaba por algún motivo en su mente.

• ¿Haces algo mañana por la tarde? -
• Podríamos ver una peli en mi casa, creo que mis padres no van a estar -
• Perfecto entonces. Te llamo más tarde, ¿vale princesa? -
  

De repente se encontró mirando la sección de películas en dvd del supermercado. Añoraba esos momentos con su novio.

• Gabri, ¿te queda mucho?. Preferiría no estar mucho rato por aquí – se giró para comprobar, pero no vio al joven - ¿Gabri? -
• Ya voy – fue la respuesta desde el pasillo contiguo
• Gabri, ¿no estabas en donde las bebidas? - se inquietó la joven
• Sí, pero quería mirar si quedaba algo de pan – fue la respuesta. El joven percibió la preocupación en el tono de su compañera. Dejó lo que estaba mirando - ¿Pasa algo? -
• Juraría que estabas ahí – lentamente avanzó hacia el pasillo de Gabriel sin quitar ojo de la oscuridad desierta del que tenía enfrente - si no tú... - no terminó
• Nos vamos - se apresuró él - Seguramente un zombi haría bastante ruido – razonó el joven al salir a donde estaba ella – Así que no te preocu... -

El rostro de Gabriel palideció cuando finalmente se reunió con Ruth.